Across the universe

FUCK
FUCK
FUCK
FUCK
FU
CK
...

Me prometí no volver a escribir este tipo de entradas que sólo entiendo yo y que no llevan a nada, pero... qué coño. Viva el monólogo interior.

Llevo un par de días en mi nube, así que hace unas horas me he metido de lleno en una recesión de puro pesimismo.

Mi nube... se estaba tan bien en mi nube...
Era el lugar perfecto para evadirme en clase o cuando estoy abrazada a mi almohada justo antes de dormirme.
Y ahora no está.
No se ha vuelto negra.
No ha llovido.
Ni siquiera la ha movido el viento.
Está ahí devatiendose entre si existe o no. Y yo, acabo de caerme de ella.

Y no sé qué va a pasar en el puente ni cómo tendría que actuar. Ni siquiera sé definitivamente si el puente va a ser Puente.
Y me frustra mucho. Mucho, mucho. Estoy cansada de que las cosas no puedan ser.

Por cierto, ya viniendo al caso... los silencios incómodos.
¡¿Qué pasa con los silencios incómodos?! Tengo pesadillas con estos silencios!.
De hecho, a veces evito conversaciones sólo para que no aparezcan.
No encontrar absolutamente nada que decir.

Por eso siempre me toca la moral conocer a gente nueva, por la pereza de ir dirigiendo la conversación para que sea fluida y aligerar el ambiente con carcajadas superfluas.
Y porque me cansa socializar desde cero cada dos por tres.

Pero estos silencios llegan a un extremo sorprendente cuándo se dan con gente con la que no solías tener silencios incómodos. Notas extrañado cómo una pesada tensión va filtrándose poco a poco y empiezas a dudar sobre si los temas que tienes en mente bastaran para bloquearlo o si carecen de interés para la persona que tienes en frente.

Me frusta, me frusta. (Acabo de imaginarme a Edén diciendo Frosties de Kellogs; sinceramente, a estas horas me sorprendo a mí misma).


Prometí una profunda reflexión sobre los sindicatos y todo lo que me fastidian las huelgas y las imperfecciones del mercado y blablablah, pero me he enfriado un poco.
Ya lo pensaré.