El juego ha pasado a componerse de fichas rojas y azules.
Las rojas toman estrategias despiadas, sin estudio previo, basadas en la superficialidad del campo de batalla y en su escasa experiencia. Carecen de racionalidad y actuan en masa, mutilando a las fichas contrarias, con el único respaldo de su superioridad numérica.
Las azules repiten sus acciones una y otra vez movidos por una estranguladora monotonía y dejándose arrastrar por la forma más cómoda de pelear. Por algún extraño motivo, van alejandose exponencialmente de la cima que en otras partidas habían conseguido, y sus armas parecen haberse convertido en juguetes, que agitan ridículamente contra su enemigo.
Las fichas rojas van ganando la partida.
Hace 8 años
2 comentarios:
:O !
un himno de guerra :D !!
:O !
un himno de guerra :D !!
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