viernes, 23 de octubre de 2009

19 de Octubre

No suelo guardar ningún recuerdo particular de este tipo de fiestas.
Al no ser más familia de la que vivimos en mi casa y al tener mis padres tanto trabajo, las celebraciones suelen ser -de siempre- más flexibles. Recibir regalos, envueltos y en su día, es una de las cosas que dejaron de pasar cuando me confirmaron que Papa Noel no existía.


Por eso, a pesar de unas desafortunadas tensiones, desenvolver el papel violeta de mi nuevo disco duro externo me puso muy contenta.
Además, ese día -cuestión del destino- me encontré a M y a V en el cercanías, y a los de Periodismo al salir de clase. En realidad, me felicitaron todas las personas que considero importantes para mí, independientemente del medio -no soy crítica con el Tuenti- o del tiempo que llevaba sin hablar con ellas.

No dejé de replantearme cómo han cambiado las cosas de mi anterior cumpleaños a éste, y de la "nueva etapa" que todo el mundo dice que se empieza. Tonterías xD
A pesar de eso, cuando hablaba con A me invadió un positivismo, un impulso a fijarme objetivos a corto/medio/largo plazo - Tema 2 de Introducción a la Empresa - que resurge al poco de perder fuerza.

De alguna forma, creo que me he hecho más retorcida. Al igual que la gente de mis 3 universos capitales se revolvieron y quedaron totalmente desordenados, los principios y prejuicios que aprendí de cada uno has tomado el mismo camino, borrando la suave evolución que habían seguido.
Quizás de ahí la escasez de entradas en estos últimos meses.
Y alomejor también por eso sólo soy parcialmente sincera.

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